Los síntomas de la vista cansada suelen comenzar a partir de los 40 años, siendo más visibles a los 45 años. En ese momento tenemos diferentes opciones para corregirla, mediante gafas o lentes de contacto.
En esta etapa inicial de la presbicia, todavía el sistema visual tiene cierta capacidad de enfoque, y es por este motivo,
que es más fácil acostumbrarse al uso de las lentillas progresivas en el momento que comenzamos a tener algún problema para ver de forma correcta y sin cansarnos en visión de cerca: al leer, mirar prospectos, trabajar con el ordenador o ver la pantalla del móvil.
Pregunta a tu profesional de la visión cual de las lentes de contacto progresivas es mejor para tu caso y continua viendo bien a todas las distancias.